sábado, 17 de mayo de 2008

AUTOESTIMA EN EL DOCENTE




En primer término, la autoestima se define como la actitud valorativa y la representación cognitiva que un sujeto o colectivo hace de él mismo. Es de destacar, que según como se encuentre nuestra autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de sí mismo, potenciara la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.
Actualmente, se crítica la actuación del docente en el aula de clase, me refiero a: manejo de grupo, calidad de enseñanza, autoridad, entre otras. Por ende, esta profesión vive sometida a diversos juicios que de una forma u otra la exponen a un fuerte complejo de inferioridad, porque se piensa que lo que se hace está poco valorado, que sus innovaciones no son reconocidas y que sus esfuerzos son menospreciados.
Por consiguiente, existen numerosos docentes con baja autoestima, los cuales no actúa en las mejores condiciones para la formación de sus alumnos, ni para su propio desarrollo profesional. Concretamente, la baja autoestima docente parece actuar como fuente generadora de dificultades de aprendizaje del propio profesor, relacionadas con su propio desarrollo profesional y la práctica de la enseñanza. También, incide en aquellas actuaciones didácticas potencialmente favorecedoras de la motivación y la creatividad de sus alumnos, así como de su propia motivación y creatividad.

Considero, que la importancia del desarrollo de la autoestima en el profesor radica principalmente en la relación de comunicación que se establece “entre él y los alumnos. Así mismo, la autoimagen que el profesor proyecta afectará y condicionará entonces el crecimiento personal de los alumnos que está formando. Una autoestima positiva posibilitaría, tanto para el ejercicio y desarrollo profesional del docente como para sus los alumnos un adecuado contexto emocional que facilitaría una educación de mayor calidad humana. En este sentido, es importante reflexionar sobre el carácter específico de la autoestima que el docente siente de su trabajo profesional, pues se considera uno de los elementos distintivos de su labor y competencia profesional.

Ciertamente, en la educación la autoestima siempre jugara un papel importante, ya que afectara el rendimiento escolar, la
motivación, el desarrollo de la personalidad, las relaciones sociales y el contacto afectivo del niño consigo mismo. Cada vez que se establece una relación, se esta trasmitiendo aprobación o desaprobación y en esa misma medida, se van devolviendo o entregando características personales que pasan a integrar la autoimagen de esa persona.
De este modo, la
interacción con el profesor va teniendo repercusiones en el sentimiento de confianza de si mismo que desarrolla el niño, es decir, se siente que lo hacen bien o mal. Si el niño percibe que el profesor es cercano, acogedor y valorativo con los alumnos, va a introyectar formas de establecer relaciones, interiorizara en forma casi automática este tipo de interacciones.
Se puede apreciar que existe una relación circular; si el niño tiene una autoestima alta se comportara en forma agradable, será cooperador, responsable, rendirá mejor y facilitara
el trabajo escolar. Por lo tanto el profesor positivamente será reforzante, estimulante y entregara retroalimentación positiva; lo que hará que el niño se comporte mejor, y así sucesivamente generándose un círculo virtuoso. Por el contrario, si su autoestima es baja se pondrá agresivo irritable, poco cooperador, poco responsable. Con esta situación es altamente probable que el profesor tienda a asumir una postura más crítica y rechazante frente al niño, quien a su vez, se pondrá más negativo y desafiante, creándose así un círculo vicioso.
Finalmente, se ha encontrado gran relación entre la autoestima de los profesores y la autoestima de los niños. Los profesores con una buena autoestima son más reforzadores, dan más
seguridad a los niños, están mas satisfechos con su rendimiento escolar, desarrollan un clima emocional mas positivo y sus alumnos se aprecian más contentos en la sala de clases. A diferencia de los profesores con baja autoestima que tienden a tener miedo de perder autoridad, por lo tanto usan una disciplina mucho mas represiva y sus alumnos son menos creativos, no saben trabajar solos, son mas tensos e irritables y dependen del control que el adulto ejerce sobre ellos.

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